martes, 5 de julio de 2011

- ¿Para qué verlo?, Si con el simple hecho de leerlo, lloramos. – Dicen los ojos.
- Necesito verlo. – Dice el alma. –
Sin él me siento vacía. Denme el gusto, si pudieran verlo sólo un día…
- Ni lo pienses, no es por maldad, pero no aguantamos más. Por él ya no gastamos ni una sola lágrima.
- Ustedes no son los únicos que sufren. ¿Creen que no siento ésas lágrimas? Queman todo mi ser. ¿Pero qué puedo hacer? Es insoportable éste vacío, prefiero quemarme otra vez.
- Por él ya no gastamos ni una lagrima más. ¿Qué parte no entendés? No queremos saber de él, no lo queremos ni ver.
- Ustedes sigan quejándose y agregando más discusión. Mientras yo de a poco me muero. – Dijo el corazón.