Te quiero tanto que no me imagino la vida sin ti, sin esa dulce voz que todas las mañanas me diga: "Buenos días princesa ¿Que tal has dormido?". No aguantaría un solo día sin oír esas palabras que vengan de ti. Tengo tanto miedo a perderte que hasta me he llegado a asustar por esto que siento. Vivamos esto siempre, por favor.
