martes, 22 de noviembre de 2011

Y es que todo llega a un punto donde sentís un vacío dentro tuyo, el cual nada puede llenarlo. Necesito de amigos, de familia, de amores. Necesito que las personas me recuerden quién soy y lo que significo para todas ellas. Necesito ese nivel de contención que me hace falta. Un hombro sincero en donde llorar si siento que el mundo se me cae hecho pedazos. Qué feo es guardarse todo adentro, tener todo un bollo de basura, de porquería que poco a poco te agujerea todo tu ser. Pero ya no más, no puedo. Es imposible y fingí por mucho tiempo, hasta que me harté y exploté.